lunes, 10 de abril de 2023

Introducción a "En el nombre de Arcadia"

 En busca de su encuentro abrió la senda. Lo que comenzó en la infancia (casi en la adolescencia) como una afición y aquella prueba que fue autopublicar esa primera novela, va camino de convertirse en una carrera. Aunque es evidente que no puedo referirme como tal. Por mi parte seguiré trabajando en lo que me gusta, pero el tiempo y los lectores lo dirán. 
 
Ocurrieron muchas cosas desde aquel 2016, las cuales, desembocaron en la nueva obra que presento. Ya por entonces trabajaba en un ensayo acerca de la historia del ferrocarril en Córdoba. En el proceso de investigación histórica atrajo mi atención la crónica negra en torno a la antigua estación de esta ciudad. No me extenderé con los sueños (más bien pesadillas) que tuve con esa estación, pero sí diré que me llevaron a pausar el ensayo y bosquejar una novela inspirada en esta experiencia. Se iba a llamar o, quizá se llame en un futuro, La vieja estación. Planteaba los personajes y estaba inmerso en el argumento cuando me detuve y e ideé: "¿Y si traslado esta historia a un contexto de terror y fantasía medieval?". Al poco empecé con la construcción del mundo, proceso conocido en el argot como wordbuilding y, desarrollado, le siguió el bosquejo de este primer título de la trilogía En el nombre de Arcadia. Mensajes de Ultratumba. Como en aquella experiencia, los sueños cobran cierto protagonismo y, al igual que me ocurrió con la antigua estación, en ellos se manifiestan los espíritus para advertir, para enviar un mensaje que solo descifrarás si atiendes a las señales en tu entorno, en tu vida cotidiana; aquellas que parecen casuales. Así comienza Mensajes de ultratumba
 
Diré que fueron fabulaciones o "casualidades". No podemos afirmar algo que la ciencia no puede demostrar, ¿verdad? Quise darle un significado y encontrarle una relación, aunque fuera cierta o no porque recalco: la ciencia no puede demostrarlo y no podemos tratar de manera tan alegre temas sobrenaturales. Comencé a planear esta primera novela (soy escritor de mapa, como se le dice en el argot) el 31 de enero de 2021; quise que coincidiera con mi cumpleaños. Aún seguíamos con las mascarillas, las vacunas y el pasaporte COVID, los casos diarios, la incidencia acumulada... pero, sobre todo, creo que todos observamos que el confinamiento y lo que adoleció el mundo con esa pandemia marcó un antes y un después en el comportamiento humano; la mentalidad postpandemia, podríamos decir. Como era evidente, nunca supe qué trataban advertir los espíritus de la vieja estación en aquellos sueños. En el contexto de la época, quise darle un significado: advertían, no de la propia hecatombe, sino de sus consecuencias; la nueva humanidad. 
 
Sería pretencioso, y mucho menos cuando aún no se ha publicado, decir que con esta historia quiero lanzar un mensaje a esta sociedad. Como siempre digo, con que alguien me lea y sienta la historia, todo habrá merecido la pena. Ya sea tan solo para contados lectores o una comunidad, plasmar un mensaje positivo a un mundo que queremos que se pare para bajarnos o al que deseamos la llegada del asteroide que nos extinga. Como toda novela, quiero contar una historia entretenida que logre evadir de la realidad, pero más sentido cobra si los lectores la sienten, empatizan con los personajes, con lo que sucede, con la lucha por defender lo que consideran bueno cuando se ve amenazado. Eso es Arcadia: una ventana a ese mundo mejor y un soplo de esperanza en un mundo como el que vemos en nuestro alrededor o en las noticias. En este caso, pretende mantenerse como el paraíso bucólico de la Arcadia real en la que se inspira, pero, en verdad, ese jardín del edén puede estar dentro de nosotros, aún en el mundo oscuro y difícil. Todo depende de si somos capaces de sonreír cuando nos ahogan los problemas, de la forma en la los afrontamos.
 
Y después de esta base que sostiene y da sentido a la toda la trilogía, le sigue todo elemento que se tercie en este género. A los pies del castillo de Clachgem se emplaza Cruinn, aldea habitada en su mayoría por seres de la raza de los clannadurs. A esta estirpe pertenecen el rey de Arcadia, su hermana la princesa y su íntimo amigo Maddox. Todos ellos moran en la citada fortaleza en compañía del senescal del rey, Gwyddyon, al que llaman "Widdy". Como en toda historia, tiene que haber el desencadenante que da lugar al conflicto. Imaginad el relincho de la caballería, las luchas a espada y el fuego; para bien o para mal, muy presente. Por el momento, aporto esta pincelada.

Gracias por vuestro tiempo. En adelante iré comunicando las novedades que atañe tanto a la inminente publicación de este primer título como a los detalles de la propia historia.   

   A. M. Lara Ríos