jueves, 24 de agosto de 2023

Reseña de "Nubaruk" y "Gâlartax", la bilogía de N. Roguel

 


Antes de todo, valoro la imaginación de la autora. Entre todo tipo de artilugios, esas puertas de gelatina han sido memorables. Me ha recordado a Harry Potter, tanto por los objetos mágicos como por la diversidad de criaturas. Además, a Vic, Stef, Dan y Greg, en algún momento los llamé Harry, Ron y Hermione. Y qué decir de ellos, incluso a Vic se le coge aprecio. Aunque mi favorita ha sido Stef. No solo tiene un coeficiente intelectual por encima de la media, sino que ya me gustaría tener a una amiga con semejantes valores. En general, nos encontramos con personajes muy redondos y muchos de ellos grises: desde ellos hasta los antagonistas.

En cuanto a la trama, se prepara muy bien el terreno: para que, en verdad, no sepas sino sientas, por qué han de luchar. Me ha gustado cómo se encajan temas de actualidad de gran interés. Entre ellos, señalo la ambición por los recursos del otro y que expresar nuestras emociones no nos hace menos hombres, de hecho, al igual que Stef, también considero que es absurdo. Para quien no lo sepa, en literatura, el alter ego, es lo que trasmiten los autores a través de los personajes. Vistos estos ejemplos, dice mucho de su autora, N. Roguel. La Tierra sería un planeta maravilloso de darse los valores que trasmite.

El que la haya leído en unos días, y por falta de tiempo no en un par de sentadas, sirva para decir que nos encontramos con una lectura ágil. Un vocabulario claro y directo, además del estilo, hace muchísimo. Destaco el ritmo en las escenas de acción, además de inmersivo. He sentido las quemaduras, cuando me ha dado una bola de plasma. La batalla final es larga, a la vez que trepidante, y por ello te deja con ganas de más. De hecho, no sé cuánto podré esperar para leer Gâlartax.

Para terminar, no tengo nada que objetar. Señalaría los defectos, ante todo sinceridad, pero es que me ha encantado en todos los sentidos. Es lo que se espera de los autores arcanos y sus publicaciones bajo el sello de Ediciones Arcanas.

 


Me he devorado este libro; y en digital, a lo que estoy mucho menos acostumbrado. Incluyo una anécdota: este invierno compré —y por error— El Resplandor en Kindle. Se me hizo tan pesado leer en el móvil que fui a Casa del Libro para terminarlo en físico. Espero que de entrada este detalle aporte acerca de la lectura rápida y la historia dinámica que nos vamos a encontrar.

Ya comienza con un giro espectacular. Parece que nuestros protagonistas van a vivir nuevas aventuras, creemos que es el detonante que inicia la trama, pero… (debéis leerlo para descubrirlo).

Como ya apreciamos en Nubaruk, la autora nos sorprende con mundos plagados de seres y criaturas increíbles, además de artilugios y armas dispares: lanzarrayos, supersónicas, aturdidoras… También en el primero dejaba entrever un elaborado sistema de lenguas, pero aquí se ha superado. La propia comunicación lleva a la imaginativas relaciones entre los humanos, como viajeros interplanetarios y los seres inteligentes que habitan los otros mundos. Las propias relaciones, entre los buenos, entre los buenos y los villanos, a su vez, por el mero símil con la realidad, nos lleva a reflexionar. Al igual que destaqué en la reseña de Nurabuk, en relación a los valores que ambas obras trasmiten, me quedo con esos amigos… y de verdad, porque se aceptan a pesar de la arrogancia de uno, a pesar de que otro está enamorado de Stef, comprende que su amigo también, y le desea a la pareja lo mejor; encima, sincero él, admite que tendrá que superar el desamor pero sonríe, le da un abrazo y le dice que no por eso van a perder la amistad. Y esto es una mínima parte de lo que os podéis encontrar. Esto es una reseña, aunque tengo tanto que añadir que escribiría un libro solo para interpretar Gâlartax.

La historia es dinámica y te sorprende hasta el último capítulo. En este me ha parecido emotivo lo que he sentido como otro símil. Un personaje queda en otra dimensión y ambos se despiden a través de un interlocutor. No sé por qué no he llorado al leer eso. Lo he relacionado con las últimas palabras entre dos seres queridos. El que ha quedado en la otra dimensión —el cielo y, en este caso, nunca mejor dicho— dice que allí ha encontrado su lugar, está muy a gusto y con ese «le estaré esperando» ya termina de decirlo todo.

No todo es emotivo. Ahí está la propia dinámica. «Les gusta introducirnos cosas en el cuerpo», dijo un personaje en el contexto de examinar a quienes vienen de otro planeta. Tuve que pausar la lectura hasta que dejé de reírme.

Gâlartax lo explica el villano en una línea de diálogo y solo se menciona una vez en el libro. Hasta entonces esperaba ver la relevancia del título, ¿qué es Gâlartax?, hasta que lo interpreté como implícito y eso es algo muy difícil de conseguir; una muestra del dominio de esa máxima que los autores conocemos: «Muestra, no cuentes».

Me ha encantado hasta la parte de agradecimientos. Me he sentido identificado con el dedicado a la editorial, pues sí que tienen muchísima paciencia y se valora el trabajo al convertir nuestros manuscritos en las obras que se publican.

Y ya sí que termino y con esta joya de frase:

«El pasado se olvida y el futuro lo definirá el presente».

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