Con motivo de la Semana Grande para los cristianos, y aquí este cofrade desde que nació (antes mucho más), os presenta la influencia en mis inquietudes artísticas. Ya comenté en otra entrada que no solo me aficioné a la pintura y el dibujo, sino también a la escultura, como podéis ver en las siguientes imágenes.
Una mención especial merece este dibujo del Cristo de la Agonía de Córdoba. Recuerdo que por entonces vi en televisión la retransmisión de la salida, cuya ermita se ubicaba en el enclave que podéis vislumbrar por el dibujo. Ese cristo tan realista con el monte de fondo, parecía la escena de una película sobre la vida de Jesucristo.
![]() | |
Pintado con rotuladores en un folio cualquiera, el Stmo. Cristo de la Agonía de Córdoba cuando por entonces salía del Calvario de Mirabueno. |
En casa desde pequeño he vivido la afición de mi padre por los pasos en miniatura. Llegaba a exponerlos en los escaparates de los comercios e incluso en exposiciones (algunas compartidas con otros artistas). Yo considero al modelismo como una disciplina artística más. ¿Y vosotros?
Aquí os presente este pasito que hice allá por 2005 con materiales de andar por casa. Entre los detalles más destacables, los respiraderos eran de plastilina, los candelabros arbóreos armados en alambre y todo pintado con "oro rico" de La Pajarita. Las flores son trocitos de papel de seda hechos bolitas. Las figuras las modelé en arcilla, incluida una virgen. Las vestí con retazos de terciopelo y otros tejidos. La armadura de los romanos es simplemente papel de aluminio.
Y no todo quedaba ahí. Los Miércoles Santo era su día de salida. Jugaba a pasearlo por casa con sus marchas en el radiocasete.
![]() |
No recuerdo bajo qué advocación nombre a este cristo, aquí en este paso de misterio. Creo recordar que Cristo de la Condenación. Respecto al tamaño, la cama actúa de referencia. |
Esta recreación en terracota de la Virgen de la Paz de Córdoba tiene mucha historia. Y antes de nada, aún la conservo. de hecho, la tengo ahora a mi espalda, sobre un estante.
Lo más llamativo fue que utilicé el esqueleto del cuerpo femenino del coleccionable Érase una vez el Cuerpo Humano o también conocido como Érase una vez la vida. La hice (lo mejor que pude) para un concurso de temática cofrade, organizado por la Agrupación de Cofradías, abierto para escultura, pintura y dibujo, fotografía y poesía. La tarde en la que la levaba a la sede de la Agrupación para presentarla al concurso, pasé por la iglesia de Capuchinos, donde se venera a la verdadera Virgen de la Paz (os dejo esta entrada que dediqué a su imaginero y a la propia Virgen de la Paz), y tuve el gusto de que el párroco la bendijera en tan singular lugar. No ganó el concurso, pero sí mi corazón y más estando bendita. Al poco tiempo, mirándolo con perspectiva, reconocí que no me salió bien... No es la más bella, precisamente, pero por lo ya consabido siempre le tendré ese cariño.
No me extiendo más. Gracias por vuestra atención y el interés que haya podido generar. No he pretendido ensalzar este trabajo que deja mucho que desear, sino como parte de mi historia dentro de mis inquietudes artísticas. Y ya sí que no me extiendo con otra de las bellas artes como es la música. Os dejo esta entrada del otro blog en el que cuento una experiencia cuando tocaba como percusionista en la banda de música de la Estrella de Córdoba.
Un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario