"En el nombre de Arcadia": entre la fantasía y la ciencia ficción

 

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Comencemos por una regla de oro en la literatura fantástica, de terror y ciencia ficción: hacer creíble lo increíble. Esta máxima se la debemos a un gran maestro en Escritura Creativa como es Javier Miró. Lo vamos a desarrollar con mi experiencia en el trabajo de worldbuilding para este mundo (tiene un nombre, y no es «Arcadia», que ya lo revelaré en su momento). Empecemos por lo básico: el sistema de magia o… no tan magia. Ya que lo explico bien en los apuntes para la construcción de este mundo, leedlo en este fragmento:

 

Con la llegada de la vida, Dios y el Diablo, establecieron sus correspondientes sistemas de poder. Ambos coincidían en otorgarlos a las criaturas o seres por una razón; por lo que un unicornio que no tenía ninguna misión que cumplir, solo era un bonito caballo blanco con un cuerno en su frente; o un pegaso un caballo que podía volar por el mero hecho de tener alas. En cuanto a las reglas que rigen esos poderes o magia; diferenciando entre la positiva de origen divino —la magia blanca— y la negativa de origen diábolico —la magia oscura—, se citan a continuación. Pero antes es importante conocer la primera regla, común para cualquier poder. Empecemos por algo tan primordial como que cualquier tipo de fuerza sobrenatural es energía.

-   El poder que puede proporcionar Dios (antes del nacimiento de Domine y Mater y, por tanto, del surgimiento del trinitario Sagrado Misterio de la Luz Divina):

o  Para los seres con capacidad de razonamiento como elfos, enanos, humanos, hadas, etc., debían creer en que existía esa energía suprema; la que creó y hace mover todo en el universo y la que es llamada «Dios». Tendrían la oportunidad de creer cuando se les manifestara; por ejemplo, ante la aparición de un ser espiritual o cuando escuchase el testimonio de otros seres y su encuentro con esta energía. La fe es la base de este poder o, mejor dicho, dones, que podrán emplear a voluntad.

o  El ser debe ser digno de la gracia de Dios. Cuanta más bondad, mayor será el poder/don que pueda otorgarle. En función de sus pecados este será más limitado.

o  Una vez sean creyentes, deben indagar sobre la divinidad y los dones que otorga. Serán los grados de conocimiento los que preparen a los seres inteligentes para que puedan utilizar a voluntad estos prodigios de los que van teniendo consciencia. Es importante que lleguen a saber que estos manan del alma (aquí hay una diferencia entre «alma» y «espíritu», siendo la primera para encarnada y el segundo desencarnado); alma que es parte de la energía que conforma a Dios y que él, a través de ésta obrará su poder. Puede darse el caso en el que Dios obre a través de otro espíritu, un ser angelical o rara vez de manera directa. A través de terceros canaliza su poder hasta llegar al ser, controlado por el ser etéreo canalizador que, en concreto, gobierna el organismo del ser mortal que actúa como instrumento del don.

o  El ser no podrá utilizar el poder sin un motivo justificado. Un ser puede intentar concentrarse para comunicarse telepáticamente (comunicación extrasensorial) con otro ser. Pero nada conseguirá si no supone una herramienta para llevar a cabo la misión que Dios le ha designado.

o  Siendo el elegido y una vez que llegue a estos grados de conocimiento, el ser deberá aprender a concentrarse para canalizar su energía y transformarla. Para ello, debe desear con toda la fuerza posible la acción que quiere proyectar; sin olvidar, rogarla a Dios, pues, como recordamos, es quien obra a través del ser. De esa forma, alguien puede verse en la necesidad de comunicarse telepáticamente con otro ser y realizarlo mediante la petición a Dios cuando lo desee con todas sus fuerzas y enviando ese mensaje tan importante en forma de energía que se desprende de su espíritu y la recibe el espíritu del otro ser. El destinatario puede ser creyente o no; tener poderes o no. El que no sea creyente puede ser un aliciente para forjar su fe; y si es elegido de Dios, entrar en este círculo y terminar con poderes que pueda emplear a voluntad.

o  Al igual que ocurre con el cuerpo, el uso de estos poderes consume energía espiritual y van agotando el alma, por lo que se puede manifestar en cansancio físico, agotamiento mental y, en casos extremos, llegar a contraer enfermedades físicas o mentales. Ocurre igual que con los espíritus; solo que, si estos se alimentan de energía electromagnética que obtienen de diversas fuentes como la electricidad de los rayos, la misma energía espiritual de los vivos o los vórtices que se pueden encontrar en la naturaleza, los mortales reconfortan su alma mediante la meditación.

o  Un poder no solo puede estar en los espíritus o las almas, sino además contenido en algo inerte; siempre de gran relevancia para Dios. Por ejemplo, una piedra puede contener la energía espiritual de Dios y él obrar su poder a través de esa piedra y la espada de un guerrero que lucha contra su enemigo puede ser irrompible y manejada con una destreza sobrenatural o, mejor dicho, los seres divinos a las órdenes de la Providencia controlar el objeto o el cuerpo y la mente del mortal. Estos objetos mágicos pueden estar en posesión de personas creyentes o no creyentes; al fin y al cabo, la obra de Dios a través de estos objetos es más importante que la condición del ser que los porta. Una joya considerada como reliquia solo es un trozo de cuarzo si Dios no le designa un cometido.

o  Dios estimará el cese del poder por el motivo que fuera como el riesgo que pueda correr el ser al comenzar a corromperse por verse poderoso u otros motivos relacionados con este ejemplo. En el caso en el que el ser decida no utilizar los poderes, Dios escuchará y se los retirará para que pueda superar ese obstáculo por sus propios medios con las limitaciones que conlleva. Hacer esto, huir de lo fácil, será reconocido por Dios como actos de fuerza espiritual, alcance de grados superiores de conocimiento y, por tanto, recompensado.

o  Para los animales; los cuáles no pueden creer en el poder de Dios al carecer de inteligencia propia y guiarse por instinto, al igual que con los seres, pueden desarrollar poderes para una misión; pero al contrario que ocurre con los seres, no serán conscientes de este poder y lo proyectarán por instinto. Se dan casos en los que un animal puede parecer inteligente cuando en realidad, como el espíritu que controla el cuerpo y la mente del mortal, se actúa igual con el animal.

 

 

-   El poder o magia que puede proporcionar el Diablo, siendo la principal entidad trinitaria del Maldito Misterio de la Luz Oscura:

o  El Diablo y los demonios pueden concentrar su energía en objetos y usarla contra quién y lo que sea para sus oscuros propósitos.

o  Los seres oscuros (aquellos que han cerrado un pacto a cambio de poder como veremos más adelante) y criaturas (aquí «criatura» es un animal diabólico) creados por el Diablo serán herramientas que les sirve para obrar su poder a través de ellos. Estos no tienen consciencia propia al igual que los animales controlados por Dios. Tampoco el ser tiene por qué creer en la existencia de esa energía negativa ni del Diablo. Lo invocará y le comunicará su deseo sin más.

o  Se aprovechará una debilidad del ser y el afán por superarla para que el Diablo se manifieste a través de su conciencia u otros medios. En esta comunicación tratará de convencer al ser para que pacte. El ser deberá aportar algo y, a cambio, el Diablo otorgará el poder que siempre manará del alma del ser. Una vez cierre el pacto se convertirá en un ser oscuro; de apariencia inalterable, pero con el alma condicionada por esto. Esta le pertenecerá al Diablo hasta que cumpla su parte del trato.

o  Lo que hará inclinarse al ser por el poder oscuro será la facilidad con la que se podrá obrar. No será necesario aprender ni adquirir grados de conocimiento; tan solo, este poder se proyectará con el deseo. Mayor será el poder en proporción a la fuerza con la que se desee, por ejemplo, crear fuego entre las manos.

o  Se puede utilizar el poder oscuro por mero capricho. Lo importante para el Diablo es mostrar la grandeza de su poder, ser adorado por ello y, sobre todo, que el ser le sirva cuando le llegue el momento de cumplir su parte del trato.

o  Tras usar este poder, su energía espiritual se agotará igualmente; pero el Diablo obrará reponiéndola continuamente, no necesitando recargarla mediante la meditación o métodos similares. El Diablo tampoco tiene energía infinita, por lo que necesita que los demonios vayan absorbiéndola de otros seres y, siempre bajo las órdenes del supremo, los demonios y espíritus malignos canalizar el poder, aquí, a semejanza de los seres de luz en sus respectivos pupilos.

o  La otra parte del trato puede ser cualquier cosa: desde un sacrificio humano hasta servir en los ejércitos. El ser primero aceptará el trato y, llegado el momento de cumplir con su parte, conocerá el deseo del Diablo; disfrutando de su poder sin saber qué deberá hacer para satisfacerlo. Los que se nieguen a cumplir su parte serán acosados por los demonios, sufrirán torturas, enfermedades y tras su muerte acabará sirviendo en estos ejércitos como cadavéricos seres corrompidos. Estos surgen cuando un nigromante resucita el cadáver del ser oscuro y le transfiere el espíritu. Si su cuerpo fue destruido, el nigromante puede transferir el espíritu del difunto ser oscuro a otro cadáver. Estos revividos que cayeran en combate, pueden seguir actuando como espíritus malignos o encarnados en otros cadáveres; en todo caso, como marionetas del Diablo.

 

 Aclaro que lo escribí antes de idear la Luz Divina y la Oscura. Quien dice Dios, dice Domine o Mater. Ídem con la Oscura: quien dice Diablo Rázasbal, dice la diablesa Arísived o su hijo Enimod.

 Si no ha quedado claro lo explicado en el fragmento es normal. Ya desde el origen planteé este mundo complejo y rico en detalles. Lo comencé en diciembre de 2020 y hasta la fecha sigo expandiéndolo; y seguiré. Desde hace tiempo esto no se limita a la trilogía de En el nombre de Arcadia, sino que voy escribiendo cuentos, relatos e incluso alguna que otra novela. Y respecto al tema que nos ocupa, pretendo dar respuestas para hacer creíble lo increíble. Quizá caiga en las novelas en algún Deus ex maquina y Diabolus ex maquina al salir de cualquier atolladero, pero ya parte de un sistema de magia dura. ¡Ojo! Evidentemente este empacho de información no se explica al detalle en las novelas. Le faltaría tiempo a los lectores para cerrar el libro y olvidarlo en un cajón bajo llave. Se explica de la mano de los personajes y las situaciones. Esto es muy importante en Escritura Creativa; es la teoría del iceberg.

 

Hasta ahora hemos tratado la magia, pero, qué tenemos de ciencia ficción. Sí, ciencia ficción en un mundo de fantasía de ambientación medieval. No encontraréis máquinas voladoras ni virus zombi. Habéis leído en la introducción del fragmento que un unicornio puede ser un animal mágico (a merced de la divinidad) o un caballo blanco con un cuerpo en la frente. Que tenga poderes no quita su naturaleza de antílope; su naturaleza animal. Si habéis leído En el nombre de Arcadia: Mensajes de ultratumba estaréis pensando en Noah y lo que es capaz de hacer. Puede parecer que sus lágrimas son curativas por arte magia, cuando nada más lejos de la realidad. En mi mundo, los unicornios lagrimean un compuesto coagulante y cicatrizante. Se puede leer en la novela la reacción al contacto con la herida: burbujea y emana vapores. Cura de manera similar a la cauterización. Todo mientras la persona rabia de lo que escuece, llegando a quemar. Tiene que morder un trapo. ¿Por qué son curativas? Para estos animales no tiene perjuicio ni beneficio. La respuesta está en la sabia naturaleza; en esa sabiduría a la que llaman «Dios». La Providencia, valga la redundancia, provee de recursos naturales; en este caso y tantos, mediante algo tan científico como es la simbiosis.

Hay otra peculiaridad en estos equinos que es decidir quién le toca, e incluso monta, y quién no. No es que tenga inteligencia propia, sino que es su naturaleza. Como ocurre con los lobos, estos animales viven en soledad o en manada. Quien le puede tocar es porque el unicornio ha aceptado a ese ser como parte de su manada. Si el ser gana una posición de liderazgo, el unicornio se deja domar y puede terminar como cualquier otra bestia de la caballería tenéis que verlo embistiendo con el cuerno. También se crean vínculos afectivos. Por ejemplo, con Noah, vemos que su ama está herida y él llora, no porque sus lágrimas sean curativas, sino porque simple y llanamente siente pena.

Voy terminando con otro ejemplo muy llamativo. Hablemos de los elfos y su naturaleza tan parecida pero a la vez tan distinta a la humana. Su origen lo podéis leer en Wikipedia y veinte mil sitios más porque los elfos en este mundo llegaron del mundo de los humanos como seres con cierto prodigio; siendo considerados por los humanos mágicos e incluso divinos. Llegaron en consecuencia a uno de los eventos catastróficos en el mundo de los humanos (es famoso en la Biblia), enviados por Dios con la intención de poblar este mundo de seres racionales perfectos. Podríamos decir que ya de serie venían con particularidades como una fuerza sobrenatural, que no era más que un sistema locomotor más desarrollado que el de los humanos. Esta especie surgió en aras de evolucionar hasta crear un organismo de alta gama, podríamos decir. Tienen ojos grandes y orejas alargadas y puntiagudas que les permite ver con una definición mayor que un águila y oír, siempre que afinen, una conversación a distancia; entre los demás sentidos desarrollados. Ya que en nuestro mundo hoy está en boga los temas de género y sexo, tienen un peculiar desarrollo en este aspecto. Ellos nacen asexuales y no tienen conciencia de si se sienten elfas o elfos. En torno a los trescientos años de edad, a la par del desarrollo genital, toman conciencia de su género y a la vez lo deciden. Hasta entonces se los considera retoños. Existe una coordinación entre mente y cuerpo hasta el punto de decidir en su desarrollo, controlar sus constantes vitales o gobernar su sistema inmunitario como si fueran los comandantes en una batalla. Un organismo con ese nivel de evolución les proporciona una vida que ronda los dos milenios. A la edad de mil años alcanzan la flor de la vida y comienza el declive hasta que ya de ancianos, si les llega la hora por causas naturales fallecen bajitos —como los retoños—, arrugados, con deterioro cognitivo en algunos casos, con la voz quebrada y chillona y enfermos; por supuesto, con esas capacidades sobrenaturales ya mermadas. Añado un detalle y es que mientras no pierdan sus facultades mentales, los ancianos ocupan cargos de sabios y por tanto jefes de los clanes y tribus. ¿Dos mil años de vida? Hay árboles trimilenarios o las esponjas que pueden llegar a cumplir los 15000 años. No es nada tan extraño en la naturaleza.

Lo interesante viene en el propio desarrollo neurológico entre la juventud y la adultez. Son extremadamente inteligentes, aunque no por arte de magia. Sí, favorece el diseño neuronal de su cerebro, pero también estudian para aprender; en su caso, al observar la naturaleza y al escuchar a los sabios. Pero aquí se ahogan en sus propias aguas; motivo por el que esta especie o raza (en estos casos «especie» y «raza» son sinónimos a diferencia, por ejemplo, de «especie perro de la raza lobero») le falló a Dios en el mencionado plan. Es más; ellos son agnósticos. Hay un orden supremo que lo controla de todo. Para ellos también hay algo allí arriba, llámalo «Dios», llámalo «energía»... Y tienen toda la razón.

Se creen tan perfectos que carecen de humildad. La naturaleza es de lo poquísimo que admiran porque la consideran perfecta como un equilibrio entre sistemas. Fuera de la naturaleza, conforman una sociedad autárquica que no soporta a los ignorantes, es decir, todos los que no sean como ellos. Y os lo voy a contar: me inspiré en Sheldon Cooper.

Voy terminando con el aspecto más increíble que mana también de su cerebro/mente. De manera natural, mediante ondas como los radares en ciertos animales u otras formas de comunicación/interacción hasta la fecha incomprendidas, dominan la telepatía —siendo la comunicación extransesorial una forma de telepatía—, la telequinesia, la premonición, la aparición y similares. Por ejemplo, pueden mantener una conversación sin necesidad de abrir la boca; el receptor lo escucha en su mente y mentalmente le responde; todo ello tras leer el pensamiento. No solo entre elfos, sino también se pueden comunicar de esta forma con otros seres e incluso interactuar de otras formas. Claro que, no todos tienen el mismo grado de poder. Los más prodigiosos pueden llegar a enfermar o sanar a los demás con solo desearlo. Como con todo lo que se mueve en este mundo y en su universo, es la fuerza divina la que controla y otorga a cada cual lo que cree conveniente; ya sea por su propio desarrollo biológico o en parte por mediación de dones como en cualquier otro ser. Los elfos pretendían ser una raza tan perfecta que lo que en otros seres serían poderes para ellos les viene de serie.

Claro que… un elfo puede pactar con el Diablo y convertirse un ser oscuro; y un corrompido cuando muere. El ejemplo de elfo oscuro en la trilogía lo tenemos con el rey títere de Eliandé, Kolsen IV. Es anciano y mantiene prodigios biológicos como la fuerza muscular y la agudeza de los sentidos aún muy superiores a los de los humanos, pero nada de poder. A esas alturas el Diablo lo utiliza y lo quiere como títere. Os lo imaginaréis mejor si os digo que está inspirado en Gollum.

 

Creo que lo vamos a dejar aquí, ¿no? Esperaba escribir poco y no terminar desarrollando tantísimo. Ya os decía que este mundo lo quiero complejo. Podría escribir libros tan solo del worldbuilding. Ya de por sí este, donde se reúnen la historia del mundo, genealogías, festividades, razas, etimologías, nombres de personajes y un sinfín, tiene 50678 palabras.

Cierro con el broche que merece esta larga entrada. Yo, como dios de mi mundo que soy, ya veis que existe la divinidad, la vida después de la muerte, la vida más allá de las estrellas o los dones entre todo lo que ya sabéis. Sí, en este mundo también hay quienes solo creen en lo que la ciencia ha demostrado. También existe, desde la llegada de los humanos con sus dos grandes religiones, esa caza de brujas tan conocida… Resumiendo para acabar algo tan complejo y extenso, aquí todo tiene una base científica; solo que todo no se ha demostrado como ocurre en el mundo de los humanos. Porque no lo hayamos visto o demostrado —replicado en un laboratorio— no quiere decir no exista.

Gracias por leerme.