No pude despedir el año sin compartir en redes algo muy importante para mí como autor. Este relato tiene mucho que ver, pero es más bien una forma de ilustrarlo. En este 2024 he cumplido 25 años como escritor. Todo comenzó con este relato que os comparto (como lo recordaba en 2010), que escribiera en diciembre de 1999; cuando nos preocupaba, a mí el primero, el efecto 2000 o que la caída de la Mir provocara el fin del mundo. Qué os voy a contar a estas alturas cuando mis blogs acumulan no pocas entradas en las que hablo de mi trayectoria como autor. Procuraré no espamear mucho. Os dejo esta en la que cuento mi historia según me acuerdo. Sigamos con nuevos recuerdos y al final propósitos para el 2025 y los venideros.
Pasé de imaginar historias y sus diálogos con los muñecos a las letras cuando tuve este primer ordenador que corría con MS-DOS. Por mucho que he buscado en internet no he encontrado nada ni de aquellos ordenadores Canon ni de aquel primigenio Word. Entre lo que podía ofrecer, como si fuera un juego me piqué al procesador de textos. Después de este relato recuerdo mi primer conato de novela que quedó en otro relato. Fue mi primer interés en el género de terror. Lo escribí con Enigma MCMXC de fondo; además, el casete original de 1990.
Por lo que recuerdo, vi una noticia de una familia o un hombre que se disponía a dar la la vuelta al mundo en su velero. He encontrado una noticia de una familia vasca que llegaba de dar la vuelta al mundo en su velero, por esos años 2000, pero no me suena a la noticia que me inspiró esta historia. Comenzaba con una familia gaditana que se embarcaba en su velero para dar la vuelta al mundo. Ya no recuerdo bien si llegué a escribir o quedó en idea cuando desembarcaron en una isla y pasaron la noche en un monasterio encantado (aquí está la influencia de Enigma). Y ahí quedó inconcluso.
Pero si alguien despertó mi interés en la literatura (ya era un buen lector con algún reconocimiento de la profesora cursos antes) fue don Francisco, mi profesor de Lengua del colegio y la susodicha lección sobre los textos literarios.
Después de ese primer relato ya no paré. Continúe muchos años escribiendo por gusto, a mano y a ordenador, hasta que años después de terminar mi primera novela En busca de su encuentro, me lancé a autopublicar. Esa fue la primera novela publicada, pero en el ordenador aún conservo con cariño Las historias de Roberto; 50000 palabras que escribí en el verano de 2006 en WordPad, en un ordenador que corría con Windows NT. Como historia juvenil está bien. Me influenció la serie argentina Rebelde Way. El plato principal fue la logia, a semejanza de la referida serie. Pero cuando lo leo de vez en cuando me echo unas risas. Tiene hasta faltas de ortografía.
Qué vamos a decir del arduo camino de los escritores... Hay que desahogarse, pero también quedarnos con las muchísimas ventajas; comenzando por pasar de escribir como algo individual a formar parte de una comunidad como la nuestra. Haciendo balance del año, me quedo con vosotros. De verdad que sois lo mejor que he descubierto y en concreto por Threads donde no nos limitamos a comentar. Queda mirar hacia adelante, hacia el 2025 y toda una carrera por delante.
Vamos terminando con los propósitos. Sería lo suyo dar por finalizado el libro monográfico sobre la historia del ferrocarril en Córdoba, del que he hablado en alguna que otra entrada. Lo comencé en 2015, así que va siendo hora de terminarlo, ¿no? Junto con este libro de no ficción, mi prioridad es continuar la trilogía de Arcadia. Ya he dicho en otras ocasiones que tengo el manuscrito del segundo desde.... ya ni me acuerdo. Tengo planeado el tercero y quizá escriba el manuscrito aunque no haya publicado el segundo. Como habéis visto, en Amazon puedo autopublicar lo que quiera y cuando quiera porque no tengo que realizar mayor inversión que las tasas del registro y los blocs de acuarelas si el libro es ilustrado. Pero En el nombre de Arcadia se publica con una editorial de autoedición, Ediciones Arcanas en concreto, que lleva un presupuesto porque el trabajo del equipo tiene su valor (creo que todo el mundo comprende esto). Siempre recalco que prácticamente ningún autor paga la edición de su bolsillo gracias a las campañas de crowfounding o micromecenazgo. Ya he hablado del tema en redes. No sé en otros países pero en España tienes que darte de alta como autónomo tan solo para una campaña. Si os interesa, consultad la guía que ofrece Verkami; una de las plataformas más populares entre los autores. Y este ejemplo con Anheron: Sentimientos de cuero y acero de Jorge Díez Miguelez.
Regresando a mi caso, la edición del primero de la trilogía la costeé con ahorros y por entonces, iluminado yo, creía que con las ganancias me alcanzaría para costear las siguientes ediciones. Qué os voy a contar y más a mis compañeros autopublicados. Habrá que tomarse cada vez más en serio la promoción, escuchar los consejos de expertos y currárselo. No hay otra. Mientras tanto, escribimos por amor al arte y con la autopublicación lo tenemos más fácil; publicar se democratizó. En mi caso, publicaré el ya referido como caramelito que tengo planeado en su correspondiente archivo. Quizá me pase como con El Chaparral que comenzó como una historia corta y terminó, sin imaginarlo, con una novela de 255 págs. y unas 90000 palabras.
En cuanto a mi faceta artística, ya hablaré en otra entrada.
No voy a poner el punto y final hablando sobre mí. Junto con vosotros, cierro un buen año donde he aprendido a valorar la suerte que tenemos al autopublicar, sin depender de la decisión de una editorial. Y ya sí que os deseo un año repleto de fuerzas para seguir desarrollando vuestra pasión. Aquí estaremos mientras tanto para celebrar los triunfos y apoyarnos en esos otros momentos.
Gracias por leerme... por estar ahí.
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